Para una limpieza diaria se ha de evitar productos con jabón y con perfume, ya que irritan y secan la piel.
La piel atópica es una piel extremadamente seca, sobre todo en algunas zonas.
Lo ideal es usar detergentes que no sean agresivos, o productos de limpieza para pieles sensibles.
Por ello siempre vamos buscando los productos que no perjudiquen a esas pieles para que puedan tener un mejor día a día intentado utilizar los mínimos detergente posibles.
Los lavados más habituales son en agua fría y con ciclos más cortos, que hacen que muchas veces queden residuos en los tejidos y que luego pueden entrar en contacto con tu piel.
Estos pueden provocar irritación, quemazón o reacciones alérgicas. Y más aún si no se usa un detergente adecuado.
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