Limpieza

Limpieza = Salud

Limpiamos nuestros hogares porque nos gusta vivir en un entorno agradable.

Estas prácticas que llevamos a cabo en nuestros hogares también tienen un impacto en nuestra salud.

Las prácticas rutinarias que utilizamos para mantener nuestros hogares con un aspecto y un olor limpios nos dan una sensación de bienestar que contribuye a mantener la salud.

La limpieza rutinaria reduce los niveles de «suciedad» e insectos tales como los ácaros del polvo, los piojos, etc.

Evita que puedan tener un efecto perjudicial en nuestra salud, por ejemplo, los alérgenos que se encuentran en el polvo pueden causar alergias y asma.

Al eliminar el polvo, la suciedad y las partículas de alimentos ahuyenta la presencia de ratones, cucarachas, etc.

En el hogar y en la ropa de cama ayuda a prevenir los problemas con chinches.

Además reduce los niveles de hongos que crecen en lugares húmedos en la cocina, el baño y el WC, lo que puede causar ciertos trastornos respiratorios.

Las prácticas específicas (por ejemplo, limpieza, desinfección y aplicación de calor) que llevamos a cabo para evitar la propagación de microbios dañinos, que pueden causar enfermedades infecciosas, son importantes para protegernos de la exposición a estos